- CPTED como parte del Modelo de Seguridad Humana.
Mercedes Escudero Carmona*
Las ciudades, como organismos vivos y complejos, enfrentan una creciente gama de riesgos socio-urbanos que amenazan el bienestar de sus habitantes y la sostenibilidad de su desarrollo. Desde la delincuencia y la violencia hasta los desastres naturales exacerbados por la vulnerabilidad social, estos desafíos demandan respuestas integrales y proactivas por parte de los gobiernos locales.
En este contexto, el diseño de políticas públicas municipales que integren los principios de la Prevención del Delito a través del Diseño Ambiental (CPTED) dentro de un modelo de seguridad humana y resiliencia se erige como una estrategia fundamental para construir comunidades más seguras, inclusivas y capaces de afrontar la adversidad.
La urgencia de abordar los riesgos socio-urbanos en el ámbito municipal:
Los municipios, como la unidad de gobierno más cercana a la ciudadanía, se encuentran en una posición estratégica para comprender y abordar las dinámicas específicas de los riesgos socio-urbanos. La proximidad permite identificar vulnerabilidades particulares, comprender las complejas interacciones entre factores sociales, económicos y ambientales, para diseñar soluciones adaptadas a las necesidades y características de cada territorio. Ignorar estos riesgos puede acarrear costos humanos, económicos y sociales significativos, erosionando la confianza ciudadana, obstaculizando el desarrollo y perpetuando ciclos de vulnerabilidad.
La Prevención del Delito a través del Diseño Ambiental (CPTED) al tener como premisa el diseño y la gestión del entorno construido y por construir pueden influir en el comportamiento delictivo y la percepción de seguridad. Al intervenir en aspectos como la vigilancia natural, el control de acceso, el refuerzo territorial, el mantenimiento y la gestión de actividades, CPTED busca reducir las oportunidades para el delito y fomentar un sentido de propiedad y seguridad entre los residentes.
Integrar los principios de CPTED en las políticas públicas municipales implica ir más allá de la respuesta reactiva al delito y adoptar un enfoque proactivo que aborde las causas subyacentes y las oportunidades situacionales. Esto puede traducirse en regulaciones de planificación urbana que promuevan espacios públicos seguros y bien iluminados, directrices de diseño para viviendas y edificios que incorporen medidas de seguridad pasiva, y estrategias de gestión del espacio público que fomenten la apropiación positiva por parte de la comunidad.
Seguridad humana y resiliencia: un marco conceptual amplio:
El concepto de seguridad humana trasciende la visión centrada en la ausencia de violencia física, abarcando un espectro más amplio de amenazas que afectan la dignidad, el bienestar y las oportunidades de las personas. Esto incluye la seguridad económica, alimentaria, de la salud, ambiental, personal, comunitaria y política. Un modelo de seguridad humana reconoce la interconexión de estos ámbitos y la necesidad de abordarlos de manera integral.
La resiliencia, por su parte, se refiere a la capacidad de individuos, comunidades y sistemas para anticipar, resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de manera eficiente de las tensiones y los choques. En el contexto socio-urbano, la resiliencia implica fortalecer la capacidad de las comunidades para hacer frente a una variedad de riesgos, desde eventos climáticos extremos hasta crisis económicas y brotes de violencia.
Integrando CPTED en un modelo de seguridad humana y resiliencia municipal:
La articulación de CPTED dentro de un modelo de seguridad humana y resiliencia a nivel municipal ofrece un marco poderoso para el diseño de políticas públicas transformadoras. Esta integración implica:
- Diagnóstico integral de riesgos: identificar y analizar los riesgos socio-urbanos específicos del municipio, considerando no solo las amenazas directas (delincuencia, desastres), sino también las vulnerabilidades subyacentes (desigualdad, exclusión social, falta de acceso a servicios básicos).
- Enfoque multidimensional: abordar los riesgos desde una perspectiva que considere sus las dimensiones: social, económica, ambiental, espacial y sus interconexiones.
- Participación ciudadana: involucrar activamente a la comunidad en la identificación de problemas, el diseño de soluciones y la implementación de políticas, fomentando un sentido de propiedad y responsabilidad compartida. La aplicación de principios CPTED puede ser más efectiva cuando se realiza en consulta con los residentes locales, quienes tienen un conocimiento invaluable de su entorno porque son los nativos expertos del territorio.
- Diseño urbano sensible a la seguridad: incorporar los principios de CPTED en la planificación urbana, el diseño de espacios públicos, la construcción de viviendas y la gestión de la infraestructura para reducir las oportunidades de delito y mejorar la percepción de seguridad. Esto puede incluir la mejora de la iluminación, la creación de espacios abiertos y visibles, el diseño de rutas peatonales seguras y la promoción del uso mixto del suelo.
- Fortalecimiento de la cohesión social: implementar programas que fomenten la interacción social, la construcción de redes de apoyo comunitario y el fortalecimiento del capital social como elementos clave de la resiliencia y la prevención del delito. Espacios públicos bien diseñados bajo principios CPTED pueden actuar como catalizadores para la interacción y conectividad social.
- Gestión ambiental y adaptación al cambio climático: integrar consideraciones de riesgo ambiental y adaptación al cambio climático en la planificación urbana y la gestión de la infraestructura para reducir la vulnerabilidad a desastres naturales y otros eventos extremos. Un diseño urbano resiliente puede minimizar los daños, facilitar la recuperación y establecer una cultura de seguridad con visión preventiva y, así, dejar de ser reactivos solamente.
- Gobernanza colaborativa: fomentar la colaboración entre las diferentes partes involucradas (stakeholders) tanto de las autoridades gubernamentales municipales (seguridad, planificación urbana, desarrollo social, medio ambiente), la sociedad civil, el sector privado, la academia, los residentes y usuarios del espacio para abordar los riesgos de manera integral y coordinada.
- Monitoreo y evaluación: establecer procesos, procedimientos, métricas y mecanismos de seguimiento y evaluación para medir la efectividad de las políticas implementadas y realizar ajustes basados en la evidencia.
La adopción de políticas públicas municipales que integren CPTED en un modelo de seguridad humana y resiliencia puede generar una serie de beneficios, entre los que destacan:
- Reducción de la delincuencia y la violencia: al abordar las oportunidades situacionales y fortalecer la cohesión social.
- Mejora de la percepción de seguridad: fomentando un entorno construido que promueva la vigilancia natural, así como el sentido de propiedad y pertenencia.
- Aumento de la resiliencia comunitaria: fortaleciendo la capacidad de las comunidades para afrontar y recuperarse de situaciones traumáticas.
- Promoción de la inclusión social: creando espacios públicos seguros y accesibles para todas las personas.
- Desarrollo urbano sostenible: integrando consideraciones de seguridad y resiliencia en la planificación de mediano y largo plazo.
- Mayor confianza ciudadana: al demostrar un compromiso del gobierno local con la seguridad y el bienestar de sus habitantes.
Desafíos y Oportunidades:
La implementación de este enfoque integrado presenta desafíos, como la necesidad de superar la fragmentación institucional y política, movilizar recursos financieros y técnicos; así como garantizar la participación de la comunidad. Sin embargo, también ofrece oportunidades de gran impacto para transformar las ciudades en entornos más seguros, resilientes, incluyentes, sociales y habitables para todas las personas.
Para concluir. Diseñar políticas públicas municipales para la gestión de riesgos socio-urbanos con CPTED en un modelo de seguridad humana y resiliencia no es solo una necesidad, sino una inversión estratégica en el futuro de nuestras ciudades. Al adoptar un enfoque proactivo, integral y participativo, los gobiernos locales pueden construir comunidades más seguras, resilientes y donde el bienestar de cada ciudadano sea una prioridad fundamental.
El momento de actuar es ahora, para diseñar juntos futuros urbanos donde la seguridad humana y la resiliencia sean los pilares de un desarrollo sostenible e inclusivo.

*Mercedes Escudero Carmona, presidenta CPTED México ICA Chapter & presidenta ASIS International Capítulo 311